lunes, 19 de julio de 2010

RECENSIONES FINALES

Voy replicando sus recensiones finales de la forma más diligente, solícita, y presurosa, posible, para pensar en prepara con esta base, ensayos publicables como quedamos.

Finalmente vean como Rubén aporta su luz en su recensión bien replicada y entendida, en relación a las lecturas, gracias Rubén:



Leobardo Oscar Alcántara Ocaña



Introducción


No está del todo mal colocar anécdotas personales si son pertinentes, como es el caso de tu ensayo.


Del pequeño homenaje...


Precisamente el reto como comunicador de la ciencia es cambiar esas representaciones sociales que alimentan una imagen sobre la ciencia que no necesariamente es la mejor.


¿Tu que harías en este sentido? ¿Que proyecto se te ocurre, para impactar esa situación específicamente?


Respecto al uso de energía nuclear, todo lo que dices es cierto, pero también lo es, que es la única forma de satisfacer de manera "limpia" -sin CO2, los requerimientos de la humanidad posindustrial. El mismo Lovelock lo asegura en esta y en otras obras. Entonces lo que hay que propiciar y difundir es la idea de dar un uso seguro de la energía nuclear y no el temor a ella, como es la tendencia mediatica, de green peace y grupos afines. Tu mismo con tus comentarios personales, das la idea de rechazo indiscrimindao al uso de lo nuclear, entonces cual es la alternativa. ¿Quemar y quemar energía fósil y elevar los niveles de CO2 hasta la muerte del planeta? ¿que opinas?


De las Dos Culturas


Tu nota 3 es digna de encomio, pero es autoinmune (suicida):


3 Lo curioso es que al pensar o referirme a la ciencia, siempre pienso en las ciencias duras y nunca en las “Ciencias de la Comunicación”. Esto tiene que ver también con mis propias representaciones de la ciencia. Nunca me ha parecido que el rigor y el esfuerzo intelectual que implica dedicarse a la física, la biología, la química o las matemáticas se compare con el que exige el estudio de la comunicación y por lo tanto, no puedo verlas como ciencias aunque las escriba con letra mayúscula.


Pero corrijes bien con la perspectiva multidisciplinar, lo cual además zanja a las dos culturas.


De Levy...


Entonces que hacer con el siguiente acerto:


La ciencia en falta afirma que “[…] aunque la ciencia está en el seno de la técnica, y la técnica en el seno de la cultura, no hay transitividad, y la ciencia es más que nunca ajena a la cultura. Los conocimientos científicos, incluso los clásicos, no forman parte del saber común. Sus avances conceptuales, sus apuestas intelectuales escapan cada vez más a los propios profesionales de la cultura. La ciencia contemporánea, no obstante estar en plena renovación, alimenta poco la imaginación de los creadores, escritores o artistas plásticos, y apenas despierta el interés de los pensadores” (Lévy-Leblond, 2004:29).


No das ninguna solución o propuesta. Si bien es cierto que: no es lo mismo el o los discursos sobre la ciencia, que la práctica de la ciencia, lo mismo podríamos decir de hacer una película, sin embargo muchos más estamos enganchados a la cinefilia que a la ciencia ¿porque?


De tu siguiente cita:


"...permitir al público asignar carácter de significativo y verdadero a un discurso que los científicos reconocen, en forma inequívoca, como expresión verdadera del saber objetivo.” (Roqueplo, 1974:90)".

La verdad no la entiendo o mejor dicho no veo como estrategia operativa, y eso es lo que te pido, una estrategía ejecutiva para hacer algo que pudiera revertir la situación. Un proyecto o algo concreto, pragmático.

De las Conclusiones

En tus conclusiones, renuncias explicitamente a emprender alguna acción, ¿porque?
¿Como discutir adecuadamente el papel de la divulgación?
Propuestas por favor.

En fin, también disfrute mucho tu recensión, pero quiero
respuestas -operativas.-ejecutivas, -pragmáticas.





VÍCTOR GONZÁLEZ QUINTANILLA




LA PRODUCCIÓN CIENTÍFICA EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO Y SU DIFUSIÓN COMO ELEMENTO ESTRATÉGICO DE DESARROLLO SOCIAL


Subtítulo que captura la intención del curso, bien. El contenido introductorio es correcto.


MULTIDISCIPLINA VS ESPECIALIZACIÓN


Quizá la única justificación de la especialización sea la necesidad de profundizar en un conocimiento específico, para romper las barreras de la ignorancia, el problema vino cuando se pensó, en algún momento, que ese era el paradigma y no el de la integración de las especializaciones.

Por otro lado, en relación a las divergencias entre Leví-Strauss versus Edward Wilson, Kimura versus Gould, Thom versus Prigogine, hay que sumar la descrita por W. I. THompson (Gaia, implicaciones de la nueva biología. Kairos 1987), en donde narra que en una nueva biología, -si es que esta existe, a la derecha -política, está, Edward O. Wilson; y a la izquierda, Humberto Maturana (página 19). Lo anterior en relación a sus imágenes totalmente diferentes y opuestas uno del otro, pero dentro de estas dos biologías diferentes hay dos ideas diferentes de métodos.


En el texto ¿Cómo nació la biología molecular? Pierre Thuillier (1981), las fases por las transcurren los académicos, pueden incluso extenderse a otras disciplinas científicas, ¿no crees?


LAS DOS CULTURAS


La responsabilidad social de los portadores y

generadores del más avanzado conocimiento científico para “atender los más urgentes problemas del género humano", en efecto, debería zanjar, cualquier división artificial, hecha por cierto por exquisitos, con afán de un poder inexplicable, injustificable, que como he ya mencionado en otras réplicas: Primero que una vez y otra, las dos culturas, que como un cuento de horror, aparecen y reaparecen. Después, reitero que La ciencia es parte de la cultura, sin dudas, es una actividad cultural desde que fue concebida desde el intelecto humano. Y que de acuerdo a Martin Kemp, bastaría un acercamiento de las ciencias y las humanidades o de cualesquier otro par disciplinar, para que surja una mejor comprensión de paradigmas. Donde si va a estar más difícil es zanjar las diferencias entre los optimistas y los pesimistas. Pero lo anterior debe ser visto dialécticamente, que al final integra a los contrarios en una síntesis.

LA CIENCIA EN LA CULTURA

Que la ciencia en su ámbito social, tuviera la décima parte de los críticos que el fútbol tiene, debajo de cada piedra, sale uno. Por otro lado la ciencia tiene una crítica muy aguda intramuros. Los científicos ponen a prueba sus hipótesis por medio de experimentos, los cuales son muy claros en su metodología y si no pasan las rígidas pruebas, no se considera digno de publicar.

La función mediadora y la política serían muy necesarias en el sentido de crear un ambiente crítico social hacía la pertinencia de la ciencia que se debe hacer en cada país o región del planeta, en concordancia a una globaización que permitiera de a de veras, solucionar problemas graves, como el calentamiento climático, por ejemplo.

LA BARBARIE DEL ESPECIALISMO

Ortega y Gasset, es agudo y puntual en su crítica a los científicos (no que no había crítica), pero lo que he aceptado ya antes y lo repito ahora, es que:

Quizá la única justificación de la especialización sea la necesidad de profundizar en un conocimiento específico, para romper las barreras de la ignorancia, el problema vino cuando se pensó, en algún momento, que ese era el paradigma y no el de la integración de las especializaciones. Aún, Marcia, profundiza mas en el otro punto de vista a lo cual le comenté lo siguiente:

Bien ligado por ti lo del experto y lo de la ética Wolton-2006 versus Ortega y Gasset, pero antes, aunque se nota que tu ensayo buscó el equilibrio entre la pertinencia del experto y su barbarie, me parece que Ortega pesa más, incluso Wolton mismo lo apoya al mencionar el término, "la tiranía de los expertos..." aunque después se torne optimista al mencionar lo de "suscitará una reacción crítica intelectual..." (pag 5).

Me parece afortunado tu remate, respecto a la liga de la popularización de la ciencia y el contexto de democracia, que estás dos actividades tan importantes conllevan. Felicidades.




Rubén Meléndez Magallanes

Producción Científica Contemporánea
Reflexiones Sobre la Producción Científica



El enfoque evolutivo, es fresco, la inclusión del registro histórico como atributo del desarrollo evolutivo es interesante, de hecho coincide con la opinión sociológica sostenida por un buen amigo, si hay algo que distingue a la cultura humana, es la historia que hemos ido construyendo y la capacidad de recordarla científicamente. Además, estoy de acuerdo con tu afirmación de que:

"la curiosidad y la necesidad de saber, por lo menos en edades muy tempranas, es innata y característica de nuestra especie".

De hecho en el primer párrafo de mi réplica a Hammurabi (ver abajo), ante su posición de que la ciencia es innatural, le comento que no estoy de acuerdo. Podríamos extender el debate ¿que opinan?

Tu hilo conductor sigue por la curiosidad histórica, que se puede tornar científica, pero que también tiene vertientes tecnológicas, en dirección a la modernidad del siglo 20 (supongo).

Respecto al error de que la cultura de desliga de la ciencia, me gustaría saber porqué piensas que sucedió. Quizás, la respuesta está en el siguiente párrafo con el pasaje de Galileo.
La siguiente parte, tiene que ver con la imagen pública que la ciencia puede llegar a tener, como elemento nocivo a la humanidad, en una guerra que no fue tan fría (Hiroshima y Nagasaki). Esa puede ser una segunda respuesta a mi pregunta de porqué la cultura "ha expulsado" a la ciencia de su seno, dando paso a su sustitución por la superstición. Oye, por cierto, ¿cual es tu referencia de que la ciencia llegó a considerarse casi sustituta de Dios?

De la pagina tres, primer párrafo: No veo remota la posibilidad que debe expresarse como probabilidad, de que un gran meteorito colisione con la Tierra, de hecho, se maneja la hipótesis, con algún grado de comprobación de que los dinosaurios pueden haberse extinguido por la colisión de uno de ellos. La Sociedad Planetaria, sostiene que esa probabilidad es vigente y no es mínima:

Ver: http://www.planetary.org/explore/topics/near_earth_objects/


Space Topics

Near Earth Objects


Near-Earth objects (NEOs) are meteoroids, asteroids, and comets whose orbits lie close to -- and sometimes cross -- Earth's. Impact craters on Earth bear witness to the destructive potential of NEOs. The hazard posed by NEOs has captured the professional attention of not just astronomers but also geologists, biologists, mission planners, aerospace engineers, and even the United States Department of Defense. The public is increasingly aware that Earth resides within a cosmic shooting gallery. The crash of Comet Shoemaker-Levy 9 into Jupiter in 1994 provided proof that cosmic collisions do occur.

Yet NEOs also represent a hitherto untapped resource for the future exploration of our solar system. Lying close to Earth in space and having negligible gravity, NEOs represent an abundant source of raw materials such as metals and water waiting to be harvested for space-based construction.

What are NEOs? How many are there? Where do they come from? Do any of them pose any real threat to Earth? What do we do if one is found to be on a collision course? Can we move them? Can they provide viable space resources? These questions are now under investigation by planetary scientists.

http://www.planetary.org/explore/topics/near_earth_objects/

Por último estimado Rubén, después de ver que al final de tu ensayo, recuperas el papel de la ciencia y del científico sin referir específicamente nuestras lecturas, me pregunto cual es tu recensión de las mismas ligadas a este ensayo.

Te propongo hacer un esfuerzo para que integres nuestras lecturas y temas con tus interesantes conceptos, lo cual era la intención original.

Espero tu respuesta, hay tiempo para ello y te mando un abrazo.



Alberto Hammurabi



De tu apartado La ciencia a prueba de la cultura


Repito lo que le mencionaba a Marcia:
La ciencia es parte de una sola cultura, sin dudas, es una actividad cultural desde que fue concebida desde el intelecto humano como cualquiera de todos los demás elementos de la cultura. De manera que las preguntas al final del primer párrafo, no es que sobren, pero obviamente la respuesta es un si categórico a ambas.
Sin embargo el tratamiento del segundo párrafo respecto al constructivismo, está bien pero me parece que puede ser reforzado con el perspectivismo, corriente de pensamiento que concilia los puntos de vista de unos y otros serios exquisitos que siempre quieren separar en partes fragmentarias al todo, sin ningún afán, más que el de ejercer un poder relativo a los egos profesionales y que no aportan nada a la cultura ni a la generación del conocimiento y menos a su divulgación.
En el tercer párrafo coincidimos en el perspectivismo, aunque tu lo refieres a un aspecto intra-científico. Por cierto en cuanto a que la ciencia es innatural, habría que mencionar que los seres vivos que cuentan con un sistema nervioso, tienen inherente la característica de ser curiosos, y observadores. Instinto que es fundamental para la ciencia, de manera que no me parece la ciencia una actividad innatural, y menos que que no cautive al público ni sea fuente de inspiración. Ahora que me parece esencial saber tu opinión personal al respecto, y a la cuestión si la ciencia es capaz de seducir, de responder a necesidades de los individuos más allá de sus principios internos. Sobre todo porque un comunicador de la ciencia y la cultura debería tener ciertas convicciones.
La parte de la provocación estética me parece genial.

Del apartado Una Función Crítica

La validez, orientación y sentido de un proyecto científico es lo que debe, en efecto guiar a su posible crítica, que, además está lejos de ser una realidad. A la función productora, la mediadora y la política le debe seguir la pertinencia social del quehacer científico, que no debe ser usado para destruir al planeta por ejemplo. Bien tu recensión de esta parte.


De La Exposición Visual de la Ciencia

No estás solo, te comparto la siguiente información


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ARTE, CIENCIA y BIOLOGÍA

Imparte: Edith Medina
Curso de ARTE, CIENCIA y BIOLOGÍA

Objetivo:

Promover y dar a conocer los fundamentos teóricos y conceptuales de las propuestas relacionadas al campo del Bioarte, su interpretación; así como la interacción arte-ciencia-biología que determinan los condicionamientos éticos y estéticos de las actuales manifestaciones artísticas.

Temas del curso:

*Estética de las nuevas tecnologías como planteamientos artísticos.

*Modificaciones de los formatos en el arte.

*Implicaciones sociales y artísticas de la biología, biotecnología y la alteración genética.

Dirigido: A estudiantes de arte y medios audiovisuales, diseñadores, biólogos y público

interesado.

Duración: 15 horas (5 sesiones) con sesiones de tres horas a la semana.

Horario: Sábados de 12:00 – 15:00 hrs.

Fechas: Del 7 de agosto al 4 de septiembre del 2010.

Costo: $ 2,000

Informes: 55187710 (Ciudad de México) info@tallermultinacional.org

Lugar: Taller Multinacional www.tallermultinacional.org

Temario:

I. Antecedentes y surgimiento (Sesión 1)

Configuraciones históricas de la relación arte – ciencia

II. Arte Transgénico y Bioarte (Sesión 2)

Fundamentos teóricos

Procesos de Creación

Exponentes

III. Formatos y Herramientas de exhibición (Sesión 3)

Laboratorios

Instrumentación

El Ser vivo como material

IV. Iberoamérica (Sesión 4)

Contexto y estructuración histórica de la relación Arte Ciencia en el ámbito artístico.

V. La Curaduría de Arte-Ciencia (Sesión 5)

Estructuración de proyectos

Consideraciones

Implicaciones estéticas y científicas

Casos de estudio

**Se otorgará a cada alumno un compilado de textos y material audiovisual para aplicar

en el curso. (formato digital CD)


EDITH MEDINA

Curadora y Artista Visual

www.edmedina.blogspot.com

Estudió la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especializándose en Historia Contemporánea y Geopolítica. Inicia su carrera artística en el 2000 tomando diversos seminarios de arte contemporáneo, actual,nuevas tecnologías y performance.

Ha realizado proyectos y acciones para diversas instituciones, televisoras y eventos internacionales en México, Latinoamérica, Australia y España. Su trabajo y curadurías se han orientado al campo de la relación humano-máquina y las diversas opciones que actualmente nos brinda dicha relación, orientando su espectro de investigación en el contexto social de las tecnologías en América Latina.

A partir del 2004 se ha desarrollado en el campo de la investigación y docencia de la relación Arte – Ciencia -Tecnología, impartiendo diversos cursos y coordinando investigaciones sobre cuerpo y ciencia.

Ha colaborado con diversos medios impresos en la secciones de cultura, nuevas tecnologías y ciencia. Asimismo sus textos han aparecido en revistas especializadas en tecnología e información, de igual manera su trabajo ha aparecido en libros especializados en Performance y Arte Actual.

Actualmente es Curadora de las Muestras Internacionales de Performance y Coordinadora del Centro de Documentación e Investigación en Ex Teresa Arte Actual.


http://www.tallermultinacional.org/


En Una experiencia estética


Otra vez Whitman versus Asimov, otra ves dos culturas que como un cuento de horror aparecen y reaparecen.

En la última parte, es muy interesante que se piense que "Pocos pensarían que la actividad científica requiere de imaginación, de una ficción no basada en la causalidad inverosímil de la fantasía, sino en la posibilidad y el presentimiento causal respecto a los fenómenos desconocidos" porque si bien es cierto que la observación es indispensable en el método científico, es tan solo la primera parte de una serie de elementos que incluyen la generación de hipótesis (más abajo tu lo confirmas), en donde hay que fantasear mucho.
Confieso que no te entiendo lo que dices, al final del párrafo:

Tal vez es por la precaución exorbitada para que no se le compare con las empresas de la pseudociencia, pero también por las presiones institucionales respecto a los proyectos intelectuales y políticos con que se encauza la ciencia, pues dudo ampliamente que la precisión y el razonamiento experimental con que se someten estas hipótesis (estas ficciones) sea la causa de ello.

¿Me lo puedes aclarar por favor?

La última pregunta ¿Puede la ciencia provocar una experiencia estética? Es curiosa, porque la cuarta asepción del diccionario se refiere a que la estética es una ciencia, entonces, ¿Puede una ciencia provocar a otra?

4. f. Ciencia que trata de la belleza y de la teoría fundamental y filosófica del arte.

En fin Hammurabi, disfrute mucho esta réplica, espero tus comentarios.









Fabian



Respecto a las recensiones anteriores
:

La de El Paradigma Holográfico, ante las dudas respecto a su cabalidad científica, mereció de mi parte la publicación de la lista de publicaciones serias de Pribram. y me pareció además bien ilustrado.

De la recensión de los Descubrimientos, Invenciones, y re-invenciones, me pareció bien sustentado con ilustraciones que se antojan contextuales y qu en su momento comenté que la disciplina, rigidez, reproducibilidad, y suerte, desde luego, eran elementos necesarios también, para un buen invento-descubrimiento.

De El Pancrasio Científico, Simulación de una Lucha entre los Pensadores Entrevistados por Guy Sorman me parece que definen un estilo propio en ciernes, con elementos literarios, que es en si mismo publicable, junto con El Divan del Dr. Freud, que aportan elementos incluso hunorísticos tan necesarios para suavizar la a veces ardua tarea de divulgar, por lo que te felicito Fabian.

Del título de la recensión final.

Podría quedar para el ensayo publicable: Producción Científica en el Siglo XX y su Divulgación.

Del siguiente párrafo, de la página dos algunas precisiones:

La publicación del artículo de Watson y Crick en la revista Nature el 25 de abril de 1953 es legendaria, porque ahí se describe la estructura de doble hélice del ADN, cuando anteriormente se sospechaba que la cadena tenía la forma de un árbol3 (el texto de referencia dice; three intertwined chains, no dice tree o sea tres cadenas entrelazadas no un árbol entrelazado o algo semejante). Pero no fue solamente la revelación de la forma de la cadena de ADN lo que abrió nuevas perspectivas, sino el entendimiento del lenguaje de los ácidos nucleicos. Se comprendió la importancia del descubrimiento al grado de que en 1962, James D. Watson y Francis Crick, junto con Maurice Wilkins, recibieron el premio Nobel de Fisiología y Medicina. Sin embargo, no todo en la ciencia es hermoso. Queda para la historia el caso de Rosalind Franklin, quien fue una de los principales artífices de dicho hallazgo y a la cual la historia (pero tampoco Wilkins, Watson y Crick) no ha reconocido como se merece 4.

y este otro:

Pero en pos de esta unidad y reconocimiento de la disciplina a través del paradigma, se dejan de lado (yo diría que se descuidan) no solamente objetos de estudio ajenos a tal paradigma, sino también metodologías, y de cierta forma hasta los estilos para la comunicación pública de los hallazgos, provocando escisiones en el conocimiento de la sociedad por áreas. Y éstas divisiones llegan a ser tan grandes, que incluso se ha hablado de la existencia de “dos culturas”6.

En la página tres, se muestran bien integradas las lecturas y actualizaciones como el artículo de Sánchez Ron de El País.

En la página cuatro se resolvió por fin lo de la convergencia de dos disciplinas científicas de Pribram, que evaden su posible desprestigio.

En el siguiente párrafo de esa página cuatro, respecto a inventar, se dice desde la filosofía que en realidad no existe el invento, que basta con descubrir lo que está ahí escondido en la naturaleza, algún mecanísmo perene oculto y solo develado al ojo curioso y serendípico.

La advertencia a la parte de Freud debe ser la percepción contemporánea de que tanto el psicoanálisis como otros métodos psicológico-terapeúticos carecen del sustento científico, y que no obstante ello varios científicos hicieron una revaloración del libro de Freud.

Por último, pero no menos importante, me parece clave que para que para que la ciencia cumpla cabalmente con su función, el requisito de su empoderamiento social es ineludible a partir de políticas de estado y de la sociedad civil que la lleven a permear a la cultura por medio del arte, pero al mismo tiempo es esencial cuidar que la charlatanería no sustituya nunca a la ciencia. Este puede ser el colofón de la experiencia de divulgar la Producción Científica en el Siglo XX.

Como le dije a Marcia, me parece que podrías re-escribir tu recensión con un carácter más de ensayo y entonces mandarlo al editor de alguna de las siguientes revistas: Folios (Instituto Electoral del Estado de Jalisco, Innovación de Fundación Jalisco, o Espiral del CUCSH), tu dime.
Empiezo con el de Marcia:

Marcia moreno benítez
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Marcia:

De tu introducción:

La ciencia es parte de la cultura, sin dudas, es una actividad cultural desde que fue concebida desde el intelecto humano.
Lo que mencionas respecto a la modernidad es relativo a la idea de progreso, y la ciencia contemporánea ha demostrado que puede ser atentatoria y deleznable para la humanidad (bombas de hidrógeno), entonces es preferible el modelo o paradigma de la ciencia que busca entender a la naturaleza.
Por supuesto que la ciencia no significa, nunca, la verdad absoluta. Un poco en broma, un poco en serio, te pregunto, ¿de verdad se han institucionalizado la ciencias sociales?
El acontecimiento, conferencia y libro, de Las Dos Culturas, se dio en 1959, no en 1954. La incomprensión e incomunicación entre ellas (las dos culturas o más), se debe a los exquisitos, que son minoría, son pasajeros tontos, con afán de poder y hay que combatirlos con argumentos de calidad, sin posturas. Un argumento puede ser el de la interdisiplina. El Centro de Investigaciones en Ciencias y Humanidades de la UNAM es un ejemplo que configura la pertinencia de un paradigma que incluya las dos culturas.

Respecto al apartado de Fronteras...

Bien ligado por ti lo del experto y lo de la ética Wolton-2006 versus Ortega y Gasset, pero antes, aunque se nota que tu ensayo buscó el equilibrio entre la pertinencia del experto y su barbarie, me parece que Ortega pesa más, incluso Wolton mismo lo apoya al mencionar el término, "la tiranía de los expertos..." aunque después se torne optimista al mencionar lo de "suscitará una reacción crítica intelectual..." (pag 5).

Del apartado de Revoluciones Científicas...

Bien por la parte en donde comentas que en siglo 20 surge la física que retroalimenta a las dos guerras, pero también la biología y la transdisciplina-interdisciplina, para pasar del árbol al bosque.
De la teoría de Gaia-Lovelock, no parece, sino que es plenamente aceptada por la comunidad científica por seria y sólida, que sea polémica tiene otro matíz de debate, eso si.
Esta parte me gusta para que de posible título al posible ensayo que prepares después estas réplicas: El Siglo de las Revoluciones Científicas

De la Reflexión Final...

a) Ciencia ---- Modernidad ----- Progreso

b) Ciencia ---- Modernidad ---- Progreso --- Destrucción del Planeta, ó

c) Ciencia ---- Pertinencia ----- Sabiduría, Sustentabilidad, Salud individual y ambiental, etc., etc.

Un poco teorizante tu recensión pero me parece que podrías escribirlo con un carácter más de ensayo y entonces mandarlo al editor de alguna de las siguientes revistas: Folios (Instituto Electoral del Estado de Jalisco, Innovación de Fundación Jalisco, o Espiral del CUCSH), tu dime.

jueves, 15 de julio de 2010

Arte desde un laboratorio de microfluídos

Albert Folch, físico español afincado en Seattle, saca del laboratorio imágenes microscópicas de células, líquidos y reacciones químicas.

Publicado en el diario El País 14/07/2010

Parecen farolas, campanas, balones de fútbol, microchips e incluso rayos en una tormenta. Pero son células, líquidos y reacciones químicas. Imágenes microscópicas que un físico español afincado en Seattle ha decidido sacar del laboratorio "para enseñárselas al mundo".

Albert Folch es licenciado en Física por la Universidad Autónoma de Barcelona. Con doctorados en Harvard y el prestigioso Massachussets Institute of Technology (MIT), ambos en Boston, enseña microfluídica en la Universidad de Washington (Seattle) desde 2000. Durante toda su carrera, acumuló fotografías obtenidas con el microscopio de su laboratorio. Fue un accidente con el disco duro -estuvo a punto de perder todas las imágenes-, coincidiendo con el lanzamiento de la red social para fotografías de Google, Picasa, lo que empujó al físico a colgar más de 1.700 fotografías en la red.

Ver nota completa...

FolchLabART Website University of Washington

Saludos, O. A.

lunes, 12 de julio de 2010

EL BIG BANG DE LOS LIBROS DE CIENCIA





¿deben los científicos más destacados, esos que iluminan los caminos de la investigación científica, dedicar algún tiempo a escribir libros de divulgación científica, tarea que puede "desviarlos" de practicar las habilidades por las que son preciosos?



Las ciencias más claras

JOSE MANUEL SÁNCHEZ RON 10/07/2010

Se puede hablar del Big Bang como referencia a la teoría sobre el origen del universo, pero también se puede aplicar a la explosión que vive en nuestros días el libro de divulgación científica. Todo puede ser comprendido, si se explica adecuadamente.

La ciencia y la tecnología dominan nuestras vidas, aunque nuestro "mundo emocional" pueda volar -o, mejor, creer que vuela- en otras direcciones, libre de semejantes ataduras. Pero los conocimientos científicos y técnicos, esos que nos encontramos a la vuelta de cada esquina, llámense estos como se llamen (ordenador personal, Internet, teoría de la relatividad, horno de microondas, mecánica cuántica, resonancia magnética nuclear, DVD, satélite espacial Hubble, células fotovoltaicas o código genético), no se obtienen gratis: sus profesionales, los que los "inventan" o controlan, los adquieren mediante un largo y exigente aprendizaje. Y como la mayoría de nosotros, la gente que puebla las calles y que viaja en el metro, no posee semejante educación, ¿qué debe hacer?, ¿resignarse a ser un convidado de piedra del globalizado mundo tecnocientífico, un mero usuario de lo que ve -por mucha que sea su pericia al mover el ratón o apretar las teclas que sean- como "cajas negras"?
Afortunadamente existen caminos intermedios entre la pasiva ignorancia y el conocimiento riguroso. Uno de ellos lo proporciona la literatura de divulgación científica, un género con una larga historia a sus espaldas. Obras de divulgación científica son las Cartas a una princesa de Alemania sobre algunas cuestiones de física y de filosofía (1768, 1772) de Leonhard Euler (1707-1783), que recogen las misivas que envió a la sobrina de Federico el Grande, que deseaba ser instruida por el Príncipe de las Matemáticas, o dos libros debidos al físico y astrónomo Pierre-Simon Laplace (1749-1827), la Exposición del sistema del mundo (1796), en el que presentó de manera asequible para lectores cultivados pero no especialistas una visión general de lo que la ciencia de la Ilustración sabía acerca de, sobre todo, el Sistema Solar, y el Ensayo filosófico sobre las probabilidades (1814), aquel en el que se puede leer esa frase famosa y estremecedora que dice: "Una inteligencia que en un momento determinado conociera todas las fuerzas que animan a la naturaleza, así como la situación respectiva de los seres que la componen, si además fuera lo suficientemente amplia como para someter a análisis tales datos, podría abarcar en una sola fórmula los movimientos de los cuerpos más grandes del universo y los del átomo más ligero; nada le resultaría incierto y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante sus ojos".
Habida cuenta del importante contenido filosófico de dos de las anteriores obras, las Cartas y el Ensayo, es posible argumentar que estas no pertenecen realmente al ámbito de la divulgación sino al de la filosofía. Pero semejante planteamiento es erróneo puesto que la divulgación científica no se limita a la mera explicación de apartados concretos de la ciencia (teorías, instrumentos, experimentos, científicos), sino que puede, asimismo, ir más allá, penetrando en otros territorios intelectuales a la vez que se realizan tales explicaciones. Los libros de este tipo se pueden clasificar como de "divulgación científica", pero también de "ensayos", y como suele suceder en este género son tanto mejores cuanto más rico es el mundo personal, la imaginación y la habilidad narrativa de sus autores. De hecho, quienes se adentran en este ambiguo género suelen utilizarlo para defender ideas propias, detalle que aunque por un lado puede conducir a presentaciones interesadas, posee el atractivo de dotarlas de una vida que de otra forma tal vez carecerían. En más de un sentido, y aunque pertenece por derecho propio a la clase de las obras inmortales de la historia de la ciencia, también podemos considerar Diálogo sobre los dos
máximos sistemas del mundo, ptolemaico y copernicano (1632), de Galileo Galilei (1564-1642), como un libro de divulgación. De hecho, fue precisamente por su éxito en divulgar el modelo heliocéntrico de Copérnico por lo que su autor recibió en 1633 la condena de la Inquisición romana, que contribuyó más que su ciencia a que su nombre sea universalmente recordado. El Diálogo de 1632 posee algo que la mejor literatura de divulgación científica debería tener siempre: transparencia expositiva e imaginación literaria. Los tres personajes creados por Galileo para protagonizar ese diálogo, Salviati, Sagredo y Simplicio, han pasado a formar parte de la cultura universal, de la misma manera que lo han hecho otros inolvidables personajes de ficción.
Y no es Galileo el único Grande entre los Grandes de la ciencia que dio a luz una obra que cualquier texto de divulgación debería intentar imitar. Antes de que viese la luz su paradigmático Origen de las especies (1859) -cuya claridad también permite verlo como un texto de divulgación a la vez que de mayúscula creación científica-, Charles Darwin (1809-1882) había escrito un libro que hizo de él un autor de éxito: el, empleando el título más frecuente en castellano, Viaje de un naturalista alrededor del mundo (1839), en el que describió el periplo alrededor del mundo que realizó en el Beagle entre diciembre de 1831 y octubre de 1836, y durante el cual sembró las semillas de las que años más tarde brotaría su teoría de la evolución de las especies.
La mención de nombres como los de Euler, Laplace, Kepler, Galileo o Darwin conduce directamente a una cuestión de gran relevancia en nuestro tecnificado mundo: ¿deben los científicos más destacados, esos que iluminan los caminos de la investigación científica, dedicar algún tiempo a escribir libros de divulgación científica, tarea que puede "desviarlos" de practicar las habilidades por las que son preciosos? A pesar de lo muy conveniente que es disponer de tales exposiciones, no existe respuesta clara a esta pregunta. Es un hecho, no obstante, que los ejemplos en este sentido son cada vez más numerosos, y que la nómina histórica no se limita a los Euler y compañía: Michael Faraday alcanzó renombre como divulgador, en conferencias que desde 1826 pronunció en Navidad en la sede de la Royal Institution londinense (fruto de esa actividad fue un interesante librito titulado La historia química de una vela), y Albert Einstein divulgó en 1917 sus dos teorías de la relatividad en un breve texto, Teoría de la relatividad especial y general, del que en 1922 ya se habían realizado 14 reimpresiones, con un total de 65.000 ejemplares vendidos.
Pero como decía antes, es en los últimos años cuando más, y con más frecuencia, practican los científicos la divulgación científica. ¿Lo hacen por "conciencia social"?, ¿por deseo de ser conocidos más allá de los limitados círculos en los que desarrollan su actividad?, ¿por ambiciones económicas? Seguramente, por todo esto, y no hay nada malo en ello, porque sean las que sean las razones todos nos beneficiamos (el ejemplo -y el éxito- de Stephen Hawking con su Breve historia del tiempo, tuvo un gran valor ejemplificador). El resultado es una producción abundante, no limitada a científicos ya mayores, con sus capacidades creadoras limitadas. Nombres y títulos distinguidos son, por ejemplo, James Watson, el codescubridor de la estructura del ADN, y su La doble hélice; la zoóloga Rachel Carson (Primavera silenciosa), el entomólogo Edward Wilson (Sobre la naturaleza humana), Rita Levi Montalcini y su conmovedor Elogio de la imperfección, los físicos Steven Weinberg (Los tres primeros minutos del Universo), Roger Penrose (La nueva mente del emperador) y Murray Gell-Mann (El quark
y el jaguar), o a los biólogos moleculares y de poblaciones Luca Cavalli-Sforza (¿Quiénes somos?) y Jarred Diamond (Armas, gérmenes y acero).
Podría, por supuesto, ampliar sin demasiada dificultad la anterior lista; mencionar, por ejemplo, a autorescientíficos como Ian Stewart, Lynn Margulis, Brian Greene, John Barrow, Martin Rees, Paul Davies o Craig Venter, y también a españoles como Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro, Francisco Rubia, Jorge Wagensberg y, aunque no sean científicos de formación, Jesús Mosterín o Eduardo Punset, pero cualquier lista estaría incompleta si no incluyera a los dos mejores: el astrofísico Carl Sagan (1934-1996) y el paleontólogo y biólogo evolutivo Stephen Jay Gould (1941-2002).
Ambos fueron magníficos científicos, pero no quiero recordarlos por esto, sino porque supieron utilizar sus conocimientos profesionales para escribir libros maravillosos que no sólo nos educaron en la ciencia, sino que también conmovieron nuestras almas. Mostrando -en especial Gould- una cultura amplísima y una gran nobleza literaria, supieron engranar de mil maneras la ciencia con todo aquello más primitiva y sinceramente humano, con eso que hace que a veces hablemos de "la condición humana". Y no hay mejor literatura de divulgación científica -o de lo que sea- que aquella que sabe hacer esto.


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jueves, 8 de julio de 2010

Dos anticuerpos naturales que neutralizan el 90% de las cepas del VIH

Publicado en elmundo.es SALUD
  • Los expertos creen que el hallazgo acelerará el desarrollo de una vacuna
  • El método utilizado podría ser útil también para otras enfermedades infecciosas
Un trabajo publicado en 'Science' describe dos de estos anticuerpos, capaces de frenar el 90% de las cepas del VIH-1, el mayor potencial descrito hasta la fecha.
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Saludos, O. A.

miércoles, 7 de julio de 2010

Biomarker closer for Alzheimer’s disease

Publicado en la página Web del King's College London


07 Jul 2010, PR 152/10

Research led by the Institute of Psychiatry at King’s College London, and published in the Archives of General Psychiatry, has found that blood levels of the protein clusterin could be an early biomarker of Alzheimer’s disease (AD), many years
before symptoms appear.

Ver nota completa...

Saludos, O. A.

jueves, 24 de junio de 2010

Symphony of science

Como preámbulo de mi exposición del día de hoy, les comparto unos videos que son muestra (a mi parecer) de creatividad e ingenio en la difusión de la ciencia.






Science after the sequence

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martes, 22 de junio de 2010

El diván del Dr. Freud.

-Buenas tardes doctor
-Buenas tardes, adelante...
Sí, en el sofá por favor.
Ponte cómodo.
Recuéstate, sí.
Vas a pensar que has sido un ave que ha estado enjaulada durante toda su vida, y que hoy está a punto de abrir esa puerta, la puerta de esa jaula.
Vamos, con confianza.
Cuéntame, ¿qué te pasa?


Doctor, hace años hice algo de cual me arrepentí toda mi vida, algo que hubiese querido no haber hecho nunca, y que incluso traté de destruir. Pero a más de cien años del suceso, los fantasmas de ese acto me siguen persiguiendo.

En 1895 escribí un texto titulado Proyecto de psicología, con el cual traté de darle un carácter científico a esta disciplina naciente, utilizando algunos conceptos tomados de la neurología. Terminadas aquellas letras, ya no quise publicarlas, pues descubrí algo mucho más fascinante para mí, algo que podía describir utilizando un vocabulario propio. Sin embargo, aquel texto siniestro apareció años después para atormentarme. Parece que la gente se empeña en no olvidarlo, incluso tratan de darle vigencia a algunas cosas que ahí están escritas.

Estas personas sostienen que me adelanté a las propuestas de Clark Leonard Hull y otros conductistas sobre la psicología del drive con lo que después llamaría pulsiones, además a los descubrimientos de Donald O. Hebb en torno a los procesos de los impulsos nerviosos al decir que los procesos psicológicos dependen de los impulsos nerviosos, y que formulé cualitativamente la ley de Ohm cuando afirmé que las resistencias pueden desgastarse con lo que más tarde se conocería como activaciones pre y post sinápticas. Parece ser que lo que escribí sobre que los síntomas psiquiátricos no podían ser reducidos a cambios demostrables en el cerebro guarda relación con el postulado de John Hughlings Jackson de que la lesión de un área no provocaba la desaparición de la función.

Afirman que con toda mi obra hice aportaciones dinámico-metodológicas como: la significación del lenguaje en los síntomas neuróticos; el método consciencia-inconsciencia para los procesos dinámicos de defensa, o represión, manejo del trauma, placer-displacer, y conflicto; el papel de la memoria, el mito y la metáfora en la formación de síntomas; el concepto de transferencia para explicar fenómenos amorosos; y el método catártico, junto a Breuer.

También me han criticado acerca de lo que escribí en El proyecto, a diferencia de lo expuesto en La interpretación de los sueños y Metapsicología. En estos últimos me acusan de ser demasiado abstracto y desviarme de lo planteado inicialmente en aquella obra que hubiera querido que nunca viera la luz.

Estas personas son los neurocientíficos y no sé qué hacer.

Será doctor, que esto me pasa solo a mí o a todo el mundo.
Y el doctor me contestó:
-No hay quien se salve de este asunto.








El pancracio científico. Simulación de una lucha entre los pensadores entrevistados por Guy Sorman.



La arena estaba de bote en bote, la gente loca de la emoción, en el ring luchaban los verdaderos pensadores de nuestro tiempo.

Respetable público, lucharán a un caída sin límite de tiempo. En la esquina ruda del determinismo, desde Gran Bretaña, el fundador de la ecología, James Lovelock; de Francia, con una medalla Fields, el matemático francés René Thom; y directo de la Universidad de Harvard, Edwuard Osborne Wilson, fundador de la sociobiología. Por el bando de los técnicos realtivistas, con el mayor producto mediático de divulgación científica, el astrónomo americano Carl Sagan; desde Rusia con amor y con un premio Nobel de química, el belga Ilya Prigoguin; y desde los Estados Unidos, uno de los herederos de Darwin, el paleontólgo de Harvard, Stephen Jay Gould. Empieza la contienda.

Saltan al ring Sagan y Lovelock. El ecológo asesta al astrónomo el golpe del financiamiento de los científicos explotando la credulidad el público, Sagan ve estrellitas pero se recompone y le da justo en la cara de su ostracismo a Lovelock con el golpe de la divulgación científica, el británico se lleva las manos al rostro mientras el americano ataca con patadas del calentamiento artificial por agujeros en la capa de ozono, Lovelock alcanza a evadir los golpes y aplica su llave maestra “la hipótesis de Gaia”. Sagan convalece ante los gases emitidos por los seres vivos, pero se zafa con el abuso en los hidrocarburos. Al final, aceptando a los seres humanos como desestabilizadores del medio, se dan cordialmente la mano y aceptan a la ciencia como conocimiento válido para salir de la crisis en que se encuentra la humanidad. Los ecologistas del público corean el nombre de Lovelock, pero éste les dirige una seña obscena. Sagan sonríe. Ambos le dan el relevo a miembros de su bando.

Entran al cuadrilátero René Thom e Ilya Prigoguin. Comienzan tanteando el terreno, y Prigoguin se le deja ir a Thom con su premio Nobel, éste se hace a un lado y le hace un pase de tauromaquia pintándole unos cuernos con su medalla Fields. El belga se enfurece y ataca al francés con la llave cuántica del caos, Thom no se rinde pero queda tendido en el centro del ring, Prigoguin sube a la tercera cuerda y se lanza sobre el matemático, éste lo recibe con unas patadas de la teoría de las catástrofes. Con el químico semiinconsciente, Thom le aplica la hurracarrana del determinismo y Prigoguin se libera con el efecto mariposa, saliendo muy desmejorado del ring por debajo de la primera cuerda. Thom choca la mano de Gould dándole el relevo. Wilson también está listo.

Ingresan al terreno de las acciones los dos de Harvard. Wilson toma a Gould del brazo con la llave del determinismo genético, el paleontólogo comienza a sentir hormigueos pero se rehace aplicando el pulgar del panda. Wilson, quien está a punto de ceder ante el dolor de las malas adaptaciones, se libera y atrapa a su adversario en su prisión de genes. Gould se escapa como el ser humano a la selección natural y su ingreso a la evolución cultural, Wilson le asesta el golpe de la coevolución y lo saca del ring. Wilson se sale desde la tercera cuerda en el lance de la no unidad de la especie humana, pero Guold lo atrapa en el aire y lo estrella contra el poste de los efectos adversos de la discriminación como producto de la sociobiología, sin embargo, el argumento de que las diferencias no implican superioridad amortigua el impacto.

En eso entran a la arena los luchadores del creacionismo y las pseudociencias, y son aclamados por un sector importante del público. Todos los científicos hacen un frente común para atacarlos, pero aquellos evaden sus argumentos y tratan de alborotar a la gente lanzando el desafío de que sus adversarios traten de destruir a su líder comprobando científicamente que no existe. La lucha programada se suspende y queda el reto con los invasores para una pelea fechada tentativamente en el 2012, aunque los pesudocientíficos no se rinden fácilmente, pero los científicos tampoco.

domingo, 20 de junio de 2010

Alzheimer's disease

No end to dementia

Ten years ago people talked confidently of stopping Alzheimer’s disease in its tracks. Now, they realise they have no idea how to do that

Publicado en The Economist Junio 17, 2010

DRUG companies are notoriously secretive. The clock starts running on a patent when it is filed, so the longer something can be kept under wraps before that happens, the better for the bottom line. You know something is up, then, when a group of these firms announce they are banding together to share the results of abandoned drug trials. And on June 11th several big companies did just that. They publicised the profiles of 4,000 patients from 11 trials so that they could learn from each other’s failures. An act of selflessness, perhaps, but also one of desperation. Ver artículo completo...

A propósito del tema que veremos el próximo martes
-Grandes temas de la medicina del Siglo XXI-, la enfermedad
de Alzheimer ha sido desde el siglo pasado un reto para
los científicos. En el siglo actual lo sigue siendo.


Incluyo un comentario interesante sobre la nota publicada en The Economist:

The critically important part of this article is the recognition that the old clinical model of waiting for symptoms is utterly inappropriate for chronic ailments. For example, by the time Parkinson's Disease is evident, approximately 80% of the substantia nigra has already been damaged - and such damage is not reversible. Yet if PD is detected a decade or more prior to the classic symptoms appearing, it can be substantially inhibited by use of MAOB drugs. Unfortunately, few physicians know how to spot pre-symptomatic PD (the clues are the appearance of 3 seemingly unrelated symptoms: loss of smell sensitivity, constipation, and increasingly poor sleeping patterns).

So not only do scientists need to understand the mechanism(s) by means of which Alzheimer's Disease (and similar neurodegenerative ailments) operates but we also need early-warning indicators that permit treatment to occur well before significant neural damage has been sustained. This, in turn, will require a major re-think of the way in which physicians think, diagnose, and prescribe. In short, tackling neurodegenerative diseases will require a fundamental reworking of the way medicine is practiced in the 21st century .
CA-Oxonian's


Saludos, O. A.